En la sala de confesiones se encuentra Loli. Está compungiday solloza. Parece estar esperando algo, tiene el rosario en una mano y un pañuelo en la otra. De repente se escucha una voz: “Hola Loli, ¿qué quieres?” Loli traga saliva y deja salir un hilo de voz: “Verás Pepa, quiero irme, no aguanto más la presión, me da igual pagar los doce mil euros, pero me quiero marchar ya”. Si el espectador pudiera ver estas imágenes tendría una sensación de déjà vu muy habitual. Es uno de los clásicos, aunque afortunadamente no se haya repetido muchas veces, hay ediciones que ni una, otras contaron con varias bajas. Pero volvamos a la acción.
Se escucha la ‘voz en off’ del ‘confe’: “¿Estás segura de que te quieres ir? Ten en cuenta que estás nominada e igual el público te va a echar dentro de dos días. Igual deberías esperarte un poco y ver lo que ocurre el martes”. Loli responde: “No, Pepa, de verdad, me quiero ir ya”. La disquisición sobre si se va o no se prolonga durante más de una hora. Al terminar, la concursante llega a dos conclusiones: la primera que se quiere ir fijo, y la segunda que la voz no era la de Pepa.
Un hotel de Madrid. Interior Día.
Loli descansa en la habitación de un hotel, esperando que aparezca su familia. Acaba de llegar, procedente de la casa de Guadalix, tras atravesar ese agreste camino a bordo de una furgoneta conducida por un presunto discípulo de Fernando Alonso, o al menos así lo parecía teniendo en cuenta que habían tardado poco más de media hora en llegar a plaza de Castilla. La ya ex concursante parece satisfecha de haber tomado esa decisión, ahora que está a punto de ver a los suyos. Antes de producirse el esperado reencuentro piensa en la gente que ha dejado dentro de la casa, y a su mente acude en primer lugar Iván. Fugazmente piensa bien en él, empatizando con quien ha sufrido las inexplicables iras de la mayoría de compañeros.
Fuente:El gato encerado
Se escucha la ‘voz en off’ del ‘confe’: “¿Estás segura de que te quieres ir? Ten en cuenta que estás nominada e igual el público te va a echar dentro de dos días. Igual deberías esperarte un poco y ver lo que ocurre el martes”. Loli responde: “No, Pepa, de verdad, me quiero ir ya”. La disquisición sobre si se va o no se prolonga durante más de una hora. Al terminar, la concursante llega a dos conclusiones: la primera que se quiere ir fijo, y la segunda que la voz no era la de Pepa.
Un hotel de Madrid. Interior Día.
Loli descansa en la habitación de un hotel, esperando que aparezca su familia. Acaba de llegar, procedente de la casa de Guadalix, tras atravesar ese agreste camino a bordo de una furgoneta conducida por un presunto discípulo de Fernando Alonso, o al menos así lo parecía teniendo en cuenta que habían tardado poco más de media hora en llegar a plaza de Castilla. La ya ex concursante parece satisfecha de haber tomado esa decisión, ahora que está a punto de ver a los suyos. Antes de producirse el esperado reencuentro piensa en la gente que ha dejado dentro de la casa, y a su mente acude en primer lugar Iván. Fugazmente piensa bien en él, empatizando con quien ha sufrido las inexplicables iras de la mayoría de compañeros.
Fuente:El gato encerado